martes, 4 de mayo de 2010

La Revolución Mexicana puso las condiciones para crear un país libre y democrático

El presidente Ernesto Zedillo afirmó que con la Revolución Mexicana se crearon condiciones para construir gradualmente un país con libertad y paz social, en medio de un mundo que vivió las guerras más destructivas de la historia.
En su mensaje radiofónico “Pláticas del Presidente”, el mandatario señaló que aún hoy, en los comienzos de un nuevo siglo, las promesas de libertad, igualdad y justicia que la Revolución significó para los mexicanos, siguen impulsando la unidad, identidad y esperanza del pueblo.

Al referirse al XC aniversario del comienzo de la Revolución Mexicana, que se celebrará pasado mañana, el jefe del Ejecutivo subrayó que en la Constitución surgida de esa lucha aún se encuentra el proyecto de país en el que creemos: libre, fuerte, próspero, democrático y justo.

El Dr. Zedillo indicó que el movimiento revolucionario estalló en 1910, porque la dictadura de Porfirio Díaz había concentrado el poder económico y político en muy pocas manos, había cerrado los caminos de superación de personas y comunidades, y había cancelado las libertades individuales.

Francisco I. Madero, junto con los hombres y las mujeres que lo siguieron, demandaban que las libertades y los derechos políticos fueran efectivos, que no se persiguiera a quienes deseaban elecciones libres y que Porfirio Díaz, quien llevaba 30 años en el poder, no se volviera a reelegir.
Con la simpatía del pueblo y el sacrificio de personas como Aquiles Serdán, quien murió un día como hoy de 1910, la Revolución consiguió que Porfirio Díaz renunciara y que Madero fuera presidente, expuso el presidente Zedillo.

Así, añadió, la Revolución se nutrió con la lucha de los hermanos Flores Magón por la justicia, con la demanda de “Tierra y Libertad” de Emiliano Zapata, con el espíritu justiciero de Francisco Villa y con la lucha por la soberanía nacional de Venustiano Carranza.

Los ideales y valores de la Revolución se plasmaron en la Constitución de 1917, que fue la primera en el mundo que consagró los derechos del pueblo a la educación, a la reforma agraria y a condiciones justas de trabajo.
Una vez concluida la lucha armada, Álvaro Obregón comenzó la normalización del país y creó la Secretaría de Educación Pública; Plutarco Elías Calles emprendió la creación de instituciones para la estabilidad de México y Lázaro Cárdenas intensificó el reparto de tierras, alentó el movimiento obrero y nacionalizó el petróleo.

Gracias a la Revolución, en México se lograron progresos materiales, políticos y culturales importantes.
Después del movimiento revolucionario fueron diversas las luchas por la democracia, que lograron que la competencia electoral fuera justa y transparente.

Hoy sabemos con certeza que sólo su voto decide a los gobernantes, subrayó.
Por eso, expuso, debemos honrar la memoria de Madero, Zapata, Villa y Carranza, pues los principios por los que lucharon y murieron siguen vigentes y son compartidos por la mayoría de la población.

El mandatario aseguró que los mexicanos tenemos la obligación de seguir luchando y trabajando para que los beneficios de la Revolución lleguen a todos los hogares y a todas las comunidades del país.
—La lucha contra la pobreza, la injusticia y la desigualdad en las que todavía viven millones de mexicanos debe seguir siendo la máxima prioridad —puntualizó.

http://www.bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=468&Itemid=83

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